Argentina, la pobreza y el presidente Kirchner

Ayer, en el discurso, repleto de fantasías, del señor presidente de Argentina, Néstor Kirchner, me preguntaba sobre el mundo en el que viven algunos gobiernos, en este momento pienso particularmente en Argentina, Chile y Brasil, países supuestamente gobernados por la izquierda.
Bueno, en Chile habrá que esperar, pues la señora Bachelet aún no ha tenido tiempo para que uno opine, pero su antecesor, el señor Lagos, hizo desastres, sólo los sectores conservadores aprobaron su gestión.
Pero vuelvo a la Argentina, el presidente abriendo las sesiones ordinarias del Congreso, hablando, y hablando y hablando, especialmente dando cifras de lo bien que se vive aquí, es que según este señor vivimos en una combinación de Suecia, Dinamarca (sin las siniestras burlas del nazismo danés al Profeta Muhammad -la paz sea con El-) y Canadá.
¿No sale a la calle el gobierno? Bueno, yo podría orientar al señor presidente y a su séquito, a sólo unos minutos de su residencia, en San Isidro, zona en la que uno puede ver el más alto nivel de vida junto al más bajo, se reúnen decenas de personas cada noche frente a una panadería, esperando por las sobras.
Esta situación se repite día a día, yo sólo escribo sobre algo que veo, pero no es difícil suponer que si esto ocurre aquí, bueno, se multiplica a lo largo y ancho del país.
La educación, a pesar de algunos esfuerzos de Daniel Filmus (Ministro de Educación), sigue temblando y fuera de agenda, y lo demás, pues se reduce a estadísticas sacadas vaya a saber uno de donde, pero seguro no de lo que se ve cuando uno camina el país.
O sea, las noticias siguen superando a los hechos, y Argentina, es que ya no sabe, tal vez sea hora de una buena terapia familiar.