Friday, December 08, 2006

Bárbara Togander: las emociones de la vida como canciones / Bárbara Togander: life's emotions as songs

La última noche he estado en el show de Bárbara Togander en Virasoro Bar, el título del artículo está contado la historia, de canción a canción Bárbara Togander camina de la tristeza a la furia, de la sensualidad a la comedia, un viaje para disfrutar desde el comienzo.
Canciones propias, standards de jazz ("Ruby, my dear", de Thelonious Monk, es hoy un standard, pero no para el músico de poco coraje, eso es seguro) algo de blues y funk aquí y allí, hasta algo de rock es cuidadosamente vertido en la vasija de la música.
No entiendo porque los músicos aman tocar "Estate", bueno, hasta ayer, porque Bárbara Togander encuentra un significado para cada letra del texto, y con Enrique Norris en el piano, y Ariel Naón, tocando el contrabajo con el arco, cada pieza cae en el lugar correcto.
La idea de la libertad está allí todo el tiempo, Ornette Coleman sería un perfecto socio para esta banda, junto con Wenchi Lazo, mostrando una completa bolsa de trucos con su guitarra, pero nunca perdiendo los sentidos en algunas inútiles demostraciones pirotécnicas.
Lulo Isod está a la altura del trabajo, como el resto de la banda, detrás de la batería con camaleónica habilidad, enfrentando todo desafío rítmico, una buena asociación con Ariel Naón en el contrabajo, un sólido soporte rítmico.
Lobi meis no es sólo un observador invitado, el añade colores extra al sonido de la banda desde su pequeño Casiotone.
Bárbara Togander canta, toca el bajo, toma algo de tiempo para improvisar sobre programas de televisión en vivo (si, hay un televisor en el escenario), y en Enrique Norris ella encuentra una gran compañía, en corneta o piano, una larga amistad musical, y esperamos, para los años por venir .
Finalmente, cada paso de la banda es otra emoción, un triste recuerdo, un baile romántico, algo de ira, risas, las emociones de la vida como canciones, y el poder para comunicar eso en arte es un don, y una bendición.


Last night I'd been at Bárbara Togander's show at Virasoro Bar, the title of the article it's telling the story, from song to song Bárbara Togander walks from sadness to fury, from sensuality to comedy, a trip to enjoy from the start.
Songs from her own, jazz standards (Thelonious Monk's "Ruby, my dear" it's today a standard, but not for the faint of heart musician, that's for sure), some blues and funk here and there, even some rock it's gently poured into the music's vessel.
I don't know why musicians love to play "Estate", well, until yesterday, because Bárbara Togander finds a meaning for every single letter from the text, and with Enrique Norris on the piano, and Ariel Naón playing the acoustic bass with the bow, every piece fall in the right place.
The idea of freedom it's there all the time, Ornette Coleman would be a perfect partner for this band, along with Wenchi Lazo, showing a whole bag of tricks with his guitar, but never losing the senses into some useless pyrotechnical demonstration.
Lulo Isod it's up to the task, like the whole band, behind the drums with chameleonic skill, facing all rhythm challenge, a good association with Ariel Naón on the acoustic bass, a solid rhythmic support.
Lobi Meis it's not just an observer guest, he ads extra colors to the band sound from his little Casiotone.
Bárbara Togander sings, plays the bass, takes some time to improvise over live TV programs (yes, there's a TV set on the stage), and in Enrique Norris she finds a great company, on cornet or piano, a longtime musical friendship, and we hope, for years to come.
At last, every step of the band it's another emotion, a sad memory, a romantic dance, some rage, laughs, life's emotions as songs, and the power to communicate that in art it's gift, and a blessing.

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