Despedirme de Eduardo Haro Tecglen

No le hubiera gustado nada esto de ejercitar un luto permanente, no era su estilo. Y es así que quiero ir despidiendo a Eduardo Haro Tecglen, la despedida de familia y amigos, en su Madrid natal, se realizará cuando sus afectos más cercanos lo consideren indicado.
En una valija imaginaria, en la puerta de mi memoria, guardo todos estos años "compartidos", la emoción de sus mejores artículos, la bronca por los más "flojitos", sus libros que veo ahora en mi biblioteca.
Esta mañana en El Periódico de Catalunya aparecía un artículo de Joan Barril, allí, rendía tributo a Don Eduardo, lo hacía escribiendo a su manera, combinando situaciones que en apariencia son diferentes, pero que finalmente remiten a un mismo sitio, a un mismo conflicto. Finalizaba con unas emotivas palabras:
"Y encima se nos ha muerto Eduardo Haro Tecglen, que era el decano de los rebeldes con causa. Ya nos quedaban pocos amigos en Madrid y la muerte se lleva sus ojos. Y nosotros, mientras tanto, ciegos y palpando".
Hasta aquí llego entonces, con la tristeza de las despedidas, de ahora en más, sólo mirar hacia adelante, pero sin olvidar de donde hemos venido. Hay algo claro en todas sus palabras, a ningún sitio vamos sin conocer la historia, sin defender nuestras ideas.
Adiós pequeño niño republicano, fue un gusto compartir el camino...