Bobadas

Reconozco que ahora voy a hablar de un tema, que comparado a los que lo preceden en este blog, es una verdadera bobada, una tontería.
Luis Figo. El jugador que ahora deja el Real Madrid, para irse al Internazionale de Milan ("Inter" para los amigos).
Hace mucho tiempo que mi amigo Luis anda con cara de encabronado, jugó muy poco la temporada pasada (en la Liga Española de Fútbol), y lo hizo generalmente mal, claro, no tan mal como otros compañeros de equipo (casi todos, exceptuando a Santiago Solari, Michael Owen -cuando le concedió minutos Luxemburgo-, y alguno que puedo olvidar), pero por algún motivo mi "no amigo" Luxemburgo lo condenó al banquillo.
Ahora deja el equipo, criticado por unos y por otros. Los del Barcelona, y me refiero a "los del" incluyendo no sólo a la institución, también a los "medios de comunicación afines", inclusive algunos madrileños, y todo el que por allí gusta sumarse a pegarle al ídolo caído.
Y reconozco, entre tanta miseria que recorre el mundo, entre tanto motivo para irritarse, que este asunto me entristece. No, no estoy loco. Es que la humillación no empieza en las caras hambrientas de los niños de Africa, que parecen sólo estar allí para postales de la ONU. La humillación y el desprecio terminan en el Tercer Mundo (nombre desagradable, y alguna vez quisiera que alguien me lo explicara), pero se ven mucho en las "altas esferas", en donde todo es "felicidad".
Esos sitios en que el "engranaje" parece estar aceitado, sin duda para conseguir la felicidad infinita.
Bueno amigos, no es así. Figo ya no es del Madrid, y por cierto, en Africa, aún después de Live Aid (o Live 8, o como quieran llamarlo los "marketineros" Geldoff y Bono) todavía se mueren de hambre.